• ESTUDIAR SIEMPRE EN EL MISMO LUGAR.
• BIEN VENTILADO.
• TEMPERATURA AGRADABLE.
• MESA ORDENADA.
• LUZ ADECUADA.
• TENER TODO EL MATERIAL DISPONIBLE.
• ESTUDIAR ¡¡TODOS LOS DIAS!!
• REALIZA DESCANSOS.
• Recuerda:
– Lleva al día los estudios para evitar los agobios los días previos a las evaluaciones.
– Procura empezar por las asignaturas de mediana dificultad, luego las que te resulten más difíciles y por último las más fáciles. Si lo dejas para el final tu rendimiento será peor en ellas y perderás la motivación.
– Horario fijo de estudio, siempre a la misma hora. Se convertirá en una costumbre y te costará menos esfuerzo ponerte a ello.
– Es recomendable repartir el tiempo de forma equilibrada a lo largo de la semana, estudiando todos los días un poco para no romper el hábito.
– Aprovecha también un rato del sábado o del domingo.
– Los días que tengas pocos deberes aprovecha para repasar o para avanzar en trabajos que has programado para el fin de semana.
– Introduce descansos de 5-10 minutos para evitar la fatiga y la interferencia en la memoria entre los conocimientos de materias diferentes.
– Procura terminar tu sesión de estudio antes de ponerte a hacer otras actividades más agradables como ver la televisión, practicar deporte, etc. Estas actividades deben constituir para ti un premio que te otorgas por un trabajo bien hecho.
– Intenta dormir las horas que necesitas.
– Come bien y realiza ejercicio.
– No estudies por la noche ni por la mañana..
– Leer con mucho cuidado el examen antes de empezar.